domingo, 25 de septiembre de 2016

El protector de la resplandeciente figura

Mi primera historia que ve luz en el basto mundo de internet. Espero que la disfruten y disculpen mi falta de experiencia, con ustedes....




El protector de la resplandeciente figura

 “Kousen.
Durante mucho tiempo esta aldea nuestra ha  de estar en conflicto con fuerzas oscuras que a todo tiempo ha querido desterrarnos, no solo de nuestro hogar si no ya de plano de nuestra existencia mortal, han sido tiempos longevos de ardua batalla, para mí, desde que nací, pues ya existía el conflicto desde hace mucho antes. Nos adiestraron para resistir durante largos periodos todas las hordas que se avecinaban, no había descanso en ningún momento. De más esta decir que muchos de nuestra tropa fueron vencidos por la fatiga y cansancio. Durante el periodo de mis batallas el número de guerreros fueron bajando radicalmente. Cada vez nos costaba más, nos superaban en número a medida que pasaba el tiempo. Todo era monótono y era cuestión de tiempo para que cayera el poblado, hasta que en uno de los momentos en los cuales terminaba una oleada llego a nuestro poblado un misterioso hombre. Era diferente a todos los demás, no tenía el porte necesario para luchar a nuestro lado, al contrario parecía que se avecinaba una carga más a la que cuidar, piel pálida, flaco y pestoso, se le notaba la clavícula a simple vista pero lo más llamativo de este hombre fue el resplandor que emana de su ser, normalmente estos destellos solo lo habíamos visto anteriormente en las antorchas que utilizamos para alumbrar la infinita penumbra y ahuyentar en ocasiones a los seres que nos quieren hacer daño. Me llamó la atención a tal punto que dejé que dijese lo que fuese a decir antes de echarlo y regresarlo por donde vino. El tipo fue claro y conciso, quería pelear a nuestro lado, tenia consigo un artefacto muy parecido a nuestras hachas, arcos y flechas, pero tenía una forma jamás vista por ninguno de nosotros y al contrario de las nuestras, la suya brillaba al contacto con su resplandeciente piel y emitía un sonido extraño cuando hacía gala de su arma y la desplazaba de un lugar a otro. Todos nos impresionamos y decidimos concederle su petición. Hasta el momento en que llego la nueva horda no me transmitía confianza, pensé que al primer ataque caería desplomado al suelo y se apagaría ese destello propio de él, pero todas estas dudas fueron despojadas al momento del primer golpe. Tenía una velocidad muy superior al de cualquiera de nosotros, lanzaba por todos lados y mientras uno de nosotros arrancaba la vida a un ser maligno, el ya iba por su séptima presa, absolutamente todos nos quedábamos anonadados al ver tal nivel de agilidad. Las hordas fueron transcurriendo y cada vez se nos hacía más fácil acabar con ellas gracias al extraño hombre, era sin duda alguna la mejor era de nuestra aldea. Sin embargo, eso no detuvo la desaparición física de muchos de nuestros guerreros,  figuraba horda tras horda y seguían muriendo, a pesar de que el extraño hombre seguía infatigable y veloz como un rayo. Siguióse así en la misma monotonía a tal grado quedábamos un número muy reducido de guerreros, hasta que llegó la horda, esa horda que cambio todo para siempre. Siempre nos percatamos de las hordas porque sentíamos los pasos que daban y apenas a la distancia podíamos visualizarlos, aquí todo ese tiempo era oscuridad absoluta y atacábamos cuando sentíamos que los teníamos muy cerca, pero en esa oportunidad aparte de los pasos también sentimos aleteos, si, de esos que solo hacen las mariposas y dragones que rara vez su camino se cruza con nuestros oídos. Eran más grandes que los seres que nos acaban normalmente, con mucha más fuerza, iniciamos con gran ahínco pero rápidamente nos tenían a su merced, el misterioso hombre que hasta ese momento era infatigable por primera vez pereció ante la horda… Me veía sucumbido ante los irritantes seres, me habían cubierto cual muerte cubre al fatigado hombre y lo hace descansar en paz, estaba a la merced de estos seres oscuros, me despedía de todos mis seres queridos cuando una luz cuyo destello no era comparable con nada antes visto encandilaba no solo a mi si no a todo lo que estaba a su alrededor, cada vez se hacía más grande y tornaba poco a poco una misteriosa forma, a la vez levitaba desapartándose de la fértil tierra, mientras esto se suscitaba el resplandor hacia gritar de pavor a los seres oscuros hasta tal punto que se evaporaban, los pocos cuyo corazón aun latía nos librábamos de la negra muerte y estos seres desaprecian a una velocidad vertiginosa. A medida de que esa figura se iba alejando de nosotros de igual manera desaparecían esos seres malditos, la resplandeciente figura se alejaba y se alejaba, llegue a pensar que desaparecería a ese paso sin embargo mi pensamiento fue erróneo, a una distancia prudente el objeto que ahora se tornó a una figura redonda dejó de alejarse y pasó de un curso vertical a uno horizontal. En ese momento en nuestras cercanías ya no había rastros de esos seres oscuros que por tanto tiempo nos atormentaron, por primera vez las mujeres y niños salieron de sus escondrijos y dejaron de correr sin parar, y me di cuenta de que todo eso fue gracias a esa figura, esa figura resplandeciente. Por primera vez pude observar todo el horizonte de una manera clara, ya yo nos hace falta las antorchas, esto sin duda alguna cambio no solo la nuestra si no la existencia de todos los que vendrán. Mi temor se elevó a niveles monstruosos cuando vi que esa resplandeciente figura se perdía en el horizonte, desaparecía cual pez al ver venir la lanza de un fornido cazador, volverían todos esos seres oscuros por su venganza, sin embargo no podría estar más alejado de la realidad. A la par del ocaso de la misma por el otro extremo se avecinaba una figura de igual o de mayor proporción, de la misma torna anular, pero a diferencia de la anterior, este era de un brillo muchísimo más intenso que el anterior, emana muchísima más luz, mas luz que todas las antorchas que habríamos podido reunir. Se evaporó el frio que por muchas generaciones nos había hostigado. Desde ese momento todo cambio. Esas figuras se alternaban y no dejaban de trasladarse horizontalmente. Nuestras aguas parecen que tomaron vida propia, anteriormente solo se movían cuando nosotros interactuábamos con ellas, ahora se baten de un lugar a otro sin cesar. Ha pasado bastante tiempo desde esa primera aparición de nuestras guardianas, sin embargo los seres oscuros aun no han desaparecido, con la llegada de la intensa figura amarilla también otras extrañas figuras oscuras muy parecidas a nosotros y siempre muy cerca de nosotros nos acompañan a todo momento, son esos seres, esperando pacientemente el momento oportuno para arremeter contra nosotros. Si me preguntan por el extraño que por mucho tiempo nos ayudó de debilucho porte, mas nadie supo nada sobre él, aunque el color de la tenue y nívea figura es idéntica a la del hombre de enclenque figura.”

Este escrito fue encontrado en unas ruinas de un punto no determinado de Escocia durante una expedición en busca de reliquias, el explorador que se topo con la roca adyacente se encargo de traducir este relato y adapto ciertas palabras a nuestro contexto actual, pero sin modificar en nada la historia. 

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